sábado, 7 de julio de 2018

La Ofensiva Revolucionaria de 1968 se traslada a Venezuela

Asesores cubanos trasmitirán sus “experiencias” acerca de cómo dirigir empresas sin conocimientos apropiados para ello

LA HABANA, Estados Unidos.- Por estos días se cumplen quince años de una de las tantas iniciativas Castro-Chavistas que se han implementado en el país suramericano con vistas a mantener en el poder, primero a Hugo Chávez, y después a sus actuales gobernantes.
Se trata del Frente Francisco de Miranda (FFM), nacido en La Habana en el año 2003 por idea de Chávez y Fidel Castro. Lo componen jóvenes venezolanos identificados con el chavismo, y por supuesto un grupo de asesores cubanos. Esa tropa de choque ha participado activamente en las denominadas “misiones” chavistas, así como en otras actividades tendientes a controlar a la población, como el Carné de la Patria.
Ahora, para celebrar este cumpleaños, el presidente Nicolás Maduro se reunió con los muchachones del FFM y con los asesores cubanos. Tras felicitarlos por la efeméride, el hombre fuerte de Caracas les encomendó una nueva tarea. Ni más ni menos que la administración, junto con otras fuerzas juveniles y las Fuerzas Armadas, de 700 grandes empresas estatales, las que el gobierno piensa reestructurar para que eleven la producción y sean eficientes.
De inmediato nos percatamos de cierto parecido entre esta tarea chavista y la Ofensiva Revolucionaria de 1968, esa locura castrista que ahora cumple cincuenta años, y que de un plumazo acabó con todos los negocios particulares en la Isla.
Es muy probable que los asesores cubanos les trasmitan a sus amigos venezolanos las “experiencias” castristas acerca de cómo improvisar en la dirección de una empresa sin tener conocimientos apropiados para ello. Porque eso fue lo que hicieron aquellos administradores emergentes que tomaron las riendas de negocios y empresas en la Cuba de los años 60 al calor de políticas irracionales, como la quema de etapas para arribar a la sociedad comunista, o intentando emular con el Gran Salto maoísta.
Sin embargo, es casi seguro que esos asesores no se refieran a la debacle que la Ofensiva Revolucionara le causó a la economía cubana. Baste decir que, poco tiempo después de esas confiscaciones masivas, esos administradores improvisados eran incapaces de garantizarles un simple refresco a los caminantes que desandaban las calles de La Habana, mientras que la desvalorizada moneda crecía en los bolsillos de las personas que no sabían qué hacer con ella.
Según recoge una información aparecida en el periódico Granma (“Francisco de Miranda, al Frente en las empresas”, edición del 3 de julio), los muchachones del FFM premiaron a Maduro con expresiones como “Así, así es como se gobierna”, después que el presidente expresara su intención de establecer precios justos, “por las buenas o por las malas”.
La sola posibilidad de que esos “precios justos” tengan que regir “por las malas” -opción en la que seguramente intervendrán los integrantes de la FFM- pone en tela de juicio la justeza de tal medida. A la postre serán precios fijados burocráticamente, de espaldas al mercado, y que no harán más que incrementar el caos empresarial y el desabastecimiento que padece el pueblo venezolano.
Por otra parte, es lógico que Maduro prefiera el asesoramiento cubano en materia económica. Los enviados del castrismo son expertos en manejar la economía sin que ello implique el más mínimo cambio político en la sociedad. Una opción que resulta del agrado del ocupante del Palacio de Miraflores.

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