Dr. René Gómez Manzano
Abogado y periodista independiente
En el evento en la capital mexicana organizado por la Fundación Konrad Adenauer, de Alemania, y por la Organización Demócrata Cristiana de América, (ODCA), Guillermo Fariñas, Vladimiro Roca, Manuel Cuesta Morúa, Jorge Luis García y el autor, coincidieron en “la imperiosa necesidad de que Cuba transite a la democracia”, en “forma pacífica” y respetando “la diversidad de métodos de lucha no violentos”
martes, diciembre 9, 2014 | René Gómez Manzano | 1 Comentario
LA HABANA, Cuba -Durante los días 3 y 4 del presente mes de diciembre, sesionó en la Ciudad de México la Conferencia Internacional “Caminos para una Cuba Democrática”. El evento fue organizado por la Fundación Konrad Adenauer, de Alemania, y por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).
En esa reunión tuvimos la ocasión de participar numerosos compatriotas, tanto residentes en el Archipiélago como en el Exilio. Algunos ejemplos de los primeros: el licenciado Guillermo (Coco) Fariñas, Vladimiro Roca, Manuel Cuesta Morúa, Jorge Luis García. Resulta conveniente aclarar que, junto con los cubanos, que éramos amplia mayoría, en los debates también tomaron parte destacados intelectuales de México y otros países.
De los residentes en la Isla que fueron invitados a asistir, las ausencias más notables fueron las del ingeniero Dagoberto Valdés y el abogado invidente Juan Carlos González, a quienes sus problemas personales les impidieron viajar a la capital azteca. Entre las personalidades exiliadas que asimismo faltaron cabe destacar a Rosa María Payá.
Los temas abordados en los diferentes paneles fueron los siguientes: “La sociedad civil y su acción para el cambio”, “La oposición política: hacia una unidad de acción y estrategias para el cambio”, “Relaciones del mundo con Cuba: ¿Potencial para el cambio democrático?” y “Cambios en Cuba: ¿Instrumento para la inserción internacional?”
En las exposiciones de los distintos panelistas y en los animados intercambios de preguntas y respuestas, se adelantaron muy interesantes ideas con vistas a lograr que las distintas organizaciones cubanas independientes se junten en las actividades que realizan. También se diseñaron estrategias a la luz de las realidades del contexto mundial dentro del cual actúa en estos momentos el régimen totalitario de La Habana.
En lo tocante a reacciones externas al evento, sucedió lo que cabía esperar: los voceros oficiosos del castrismo condenaron su celebración. Como resulta ya usual en los predios de la propaganda comunista cubana, fueron utilizados con ese fin los servicios de un incondicional extranjero —guatemalteco en este caso—: el señor Percy Francisco Alvarado Godoy.
Ese escribidor no anduvo remiso en arremeter contra los congregados de la capital mexicana; no omitió un lugar común de la propaganda castrista: “mercenarios ambiciosos”. Un detalle colorido y truculento en su diatriba es el modo en que describe el viaje de un conjunto de ciudadanos que salieron y entraron por el Aeropuerto de Boyeros: “secretas peripecias para garantizar la presencia en México de un numeroso grupo de miembros de la contrarrevolución interna”.
Pero por encima de los insultos proferidos por el connotado ex espía castrista (que ahora prefiere presentarse como “luchador antiterrorista”), los resultados positivos del cónclave en sí y del par de documentos que suscribimos sobre significativos temas de la actualidad, resplandecen ante todos quienes se molesten en leer nuestros argumentos.
El más importante de ambos fue una declaración que lleva el mismo título de la conferencia: “Caminos para una Cuba democrática”. En ese escrito se refleja que los firmantes coincidimos en “la imperiosa necesidad de que Cuba transite a la democracia”, en “forma pacífica” y respetando “la diversidad de métodos de lucha no violentos”. Asimismo “se identificó como uno de los principales desafíos trabajar en la búsqueda de proyectos hacia una unidad de acción y estrategias para el cambio”.
También se emitió un escrito en solidaridad con la líder opositora venezolana María Corina Machado. Como se sabe, la valiente ex diputada está siendo citada como imputada por las autoridades judiciales de su país, que permanecen plegadas por entero al régimen chavista. Éste quiere darle a la combativa dirigente un destino similar al que desde hace meses sufre ya Leopoldo López.
Se imponían —pues— las muestras de solidaridad, y la Conferencia “Caminos para una Cuba Democrática” constituyó un marco excelente para ello.
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