jueves, 22 de enero de 2015

Están desesperados, piden el fin del bloqueo

La calle Lamparilla se encuentra literalmente bloqueada. Las autoridades han abierto zanjas en la vía y ni Comunales ni Aguas de La Habana pueden enviar sus camiones a la zona

Zanja abierta en la Calle Lamparilla (foto del autor)
Zanja abierta en la Calle Lamparilla (foto del autor)
LA HABANA, Cuba: – Los vecinos de la calle Lamparilla llevan casi un mes sin agua, y se ven obligados a tirar la basura en la calle. ¿La causa? Se abrieron zanjas en medio de la vía, por las reparaciones que se están realizando a las tuberías de agua y de gas. Por tal motivo, al no poder transitar por la zona ningún vehículo motorizado, la empresa Aguas de La Habana no le suministra el preciado líquido en camiones cisterna, y Comunales tampoco les recoge la basura. Se encuentran literalmente bloqueados.
CubaNet se presentó en la transitada calle, que nace al pie de la Lonja del Comercio, en la calle Mercaderes y termina en la calle Monserrate, a unos metros del Capitolio Nacional.
Marlen, residente en el área, manifestó: “Comenzaron a cavar por aquí, por allá, y lo que han hecho es un picadillo, ahora estamos incomunicados. No hay forma que a 100 metros podamos buscar agua, los baños están colapsados porque también cortaron el suministro de agua a raíz de todo esto, así que imagínate. Tú puedes ver, en las zanjas hay aguas albañales, micro vertederos y la gente ya está tirando los restos de orina y heces fecales en bolsas para la calle”.
Ana María, otra vecina, en presencia de este reportero llamó a Aguas de La Habana: “Es para reclamarle que hace cinco días solicité un camión cisterna con agua y no lo han mandado ─le decía a la empleada del centro comercial─. ¡Cómo que no pueden venir! ─exclamó─, no podemos seguir viviendo del cubito de agua que cargamos lejos de aquí.”.
La funcionaria que la atendió, le manifestó: “Tienes que esperar a que se resuelva la rotura del gas para poder mandar los camiones a esa zona, las calles están picadas, no se puede entrar.”
Carmen, con más de 40 años residiendo en Lamparilla, dijo: “A quién se le ocurre romper todas las calles de una zona al mismo tiempo, pensando en que en unos días resolverán lo que hace 55 años no han arreglado. Ahora faltan materiales y todos estamos perjudicados. Los jefes no dan la cara, y dicen por ahí que seremos una de las ciudades maravillas del mundo. Que vengan a la verdadera Habana Vieja”.
Desde el otro lado del problema, Roberto, empleado de la brigada de perforación vial, expresó: “Se han complicado los trabajos de reparación y mantenimiento de las redes de acueductos y de gas manufacturado. A nosotros nos indican las áreas donde tenemos que trabajar, pero vemos que el cuadro se va cerrando, no llegan los recursos para terminar a tiempo cada tramo roto y nos dicen que continuemos rompiendo. Los camiones de comunales ya no pueden entrar, la gente tira la basura para todos los lados. El ambiente está complicado y esto lo único que trae son enfermedades”.
La Habana Vieja, declarada en 1982 Patrimonio Cultural de la Humanidad, enfrenta un proceso de rehabilitación capital, se sabe que la población será la máxima beneficiada. Pero a los restauradores le ha faltado un ordenado programa ejecutivo, lo cual hubiera evitado el maltrato que están recibiendo sus pobladores. Las fotos que acompañan este reportaje lo confirman.

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