lunes, 12 de mayo de 2014

¿A QUIENES LES FALTA LA GLORIA?














Dr. René Gómez Manzano
Abogado y periodista independiente
                                   
Impedir por motivos políticos a un destacado autor participar en un festival de poesía constituye una nueva arbitrariedad

En un artículo mío que publicó CubaNet el pasado febrero, me referí a la situación confrontada en la provincia de Guantánamo por el abogado, literato y periodista independiente Roberto de Jesús Quiñones Haces. Él, por aquellas fechas, sufrió de nuevo actos de persecución y hostigamiento perpetrados por el régimen castrista.

Han decursado varios meses, pero el acoso contra el eminente intelectual no ha amainado. En esta ocasión, llevan la batuta los jerarcas de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el gremio en el que los comunistas tratan por todos los medios de mantener estabulados a los distintos creadores.

Es el caso que a partir de este lunes —5 de mayo— se viene realizando, precisamente en Guantánamo, el Festival Internacional de Poesía. Hay en ese evento una exclusión clamorosa, que es la de mi colega por partida doble. Roberto de Jesús no ha sido invitado, pese a ser —sin lugar a dudas— el más destacado vate residente en esa provincia.

Esta última afirmación se basa en sólidos argumentos objetivos. El Diccionario de Escritores Guantanameros enumera los distintos poemarios que ha publicado: La fuga del ciervo (1991), Desde la cárcel (2001), Los apriscos del alba y El agua de la vida (2008). Figura en varias antologías. Fue Premio de la Revista Vitral (2001). Es el único residente en Oriente que en el Concurso Internacional Nosside de Poesía —uno de los más importantes del mundo, y que auspicia la UNESCO— ha obtenido mención (2006) y distinción especial (2008).

Pese a ese carácter descollante, los burócratas de la cultura de la provincia más oriental del país han preterido a Quiñones Haces de la celebración. Esa exclusión se echa de ver aún más si se tiene en cuenta que al evento sí ha sido invitado un buen número de simples asistentes a talleres de poesía, verdaderos principiantes que carecen de una obra que mostrar.

Según se refleja en un escrito dirigido por Roberto de Jesús a dirigentes de la referida organización, en la conversación que sostuvo él con la Presidenta de la Asociación de Escritores y la Vicepresidenta de la referida Unión (ambas a nivel provincial), las dos funcionarias, tras algunas evasivas, reconocieron que la medida se debe a la “posición crítica contra la UNEAC” asumida por el poeta.

De ese modo se pone de manifiesto, con absoluta transparencia, toda la podredumbre  moral que ha hecho nido en esa organización, donde se supone que prime la libre emisión del pensamiento. Ni siquiera han sido respetadas las disposiciones de los mismos Estatutos de la UNEAC en los que se enuncian los derechos de los miembros, pues éstos han sido violados de modo grosero en el caso de Quiñones.

El mismo afectado —como experto abogado que es— invoca de manera expresa en su misiva el inciso b) del artículo 11 del referido cuerpo legal. En ese precepto se
mencionan, como principios de la organización, la libertad de discusión y de expresión, así como el ejercicio de la crítica y la autocrítica. Todo esto ha sido ignorado de modo olímpico.

El nombre del principal ejecutor de este nuevo atropello contra el intelectual cienfueguero radicado en Guantánamo desde hace décadas, es menester especificarlo. Se trata de Jorge Núñez Motes, presidente provincial de la UNEAC. Es ante todo de la actuación de este señor de lo que se queja Roberto de Jesús.

Toda esa situación me hace recordar otro hecho real. En los salones de la Academia Francesa se alza una estatua de Molière, con una inscripción elocuente: “No le falta la gloria. Nos falta a nosotros”. Es de ese modo que, con típica finura gala, los miembros de la ilustre institución tratan de hacer perdonar a sus predecesores que, dominados por los prejuicios imperantes, jamás admitieron en sus filas al genial comediógrafo, cuya profesión era despreciada en aquella época.

Salvando las grandes distancias en tiempo y espacio, y sin pretender hacer comparaciones, el principio general que esa anécdota refleja resulta aplicable ahora a la situación que ha motivado el presente artículo. No es Quiñones Haces quien pierde por estar ausente del Festival Internacional. Es éste mismo el que vale bastante menos al haberse privado, por razones mezquinas, totalmente ajenas a la cultura y al arte, de la presencia del más destacado poeta de la provincia. La Habana, 5 de mayo de 2014.

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