Dr. René Gómez Manzano
Abogado y periodista independiente
Impedir por motivos políticos a un
destacado autor participar en un festival de poesía constituye una nueva
arbitrariedad
En
un artículo mío que publicó CubaNet
el pasado febrero, me referí a la situación confrontada en la provincia de
Guantánamo por el abogado, literato y periodista independiente Roberto de Jesús
Quiñones Haces. Él, por aquellas fechas, sufrió de nuevo actos de persecución y
hostigamiento perpetrados por el régimen castrista.
Han
decursado varios meses, pero el acoso contra el eminente intelectual no ha
amainado. En esta ocasión, llevan la batuta los jerarcas de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC), el gremio en el que los comunistas tratan por todos los medios de
mantener estabulados a los distintos creadores.
Es
el caso que a partir de este lunes —5 de mayo— se viene realizando,
precisamente en Guantánamo, el Festival Internacional de Poesía. Hay en ese
evento una exclusión clamorosa, que es la de mi colega por partida doble.
Roberto de Jesús no ha sido invitado, pese a ser —sin lugar a dudas— el más
destacado vate residente en esa provincia.
Esta
última afirmación se basa en sólidos argumentos objetivos. El Diccionario de Escritores Guantanameros
enumera los distintos poemarios que ha publicado: La fuga del ciervo (1991),
Desde la cárcel (2001), Los apriscos
del alba y El agua de la vida
(2008). Figura en varias antologías. Fue Premio de la Revista Vitral (2001). Es el único residente en
Oriente que en el Concurso Internacional Nosside
de Poesía —uno de los más importantes del mundo, y que auspicia la UNESCO— ha
obtenido mención (2006) y distinción especial (2008).
Pese
a ese carácter descollante, los burócratas de la cultura de la provincia más
oriental del país han preterido a Quiñones Haces de la celebración. Esa
exclusión se echa de ver aún más si se tiene en cuenta que al evento sí ha sido
invitado un buen número de simples asistentes a talleres de poesía, verdaderos
principiantes que carecen de una obra que mostrar.
Según
se refleja en un escrito dirigido por Roberto de Jesús a dirigentes de la
referida organización, en la conversación que sostuvo él con la Presidenta de
la Asociación de Escritores y la Vicepresidenta de la referida Unión (ambas a
nivel provincial), las dos funcionarias, tras algunas evasivas, reconocieron
que la medida se debe a la “posición crítica contra la UNEAC” asumida por el
poeta.
De
ese modo se pone de manifiesto, con absoluta transparencia, toda la podredumbre
moral que ha hecho nido en esa
organización, donde se supone que prime la libre emisión del pensamiento. Ni
siquiera han sido respetadas las disposiciones de los mismos Estatutos de la
UNEAC en los que se enuncian los derechos de los miembros, pues éstos han sido
violados de modo grosero en el caso de Quiñones.
El
mismo afectado —como experto abogado que es— invoca de manera expresa en su
misiva el inciso b) del artículo 11 del referido cuerpo legal. En ese precepto
se
mencionan,
como principios de la organización, la libertad de discusión y de expresión, así
como el ejercicio de la crítica y la autocrítica. Todo esto ha sido ignorado de
modo olímpico.
El
nombre del principal ejecutor de este nuevo atropello contra el intelectual
cienfueguero radicado en Guantánamo desde hace décadas, es menester especificarlo.
Se trata de Jorge Núñez Motes,
presidente provincial de la UNEAC. Es ante todo de la actuación de este señor de
lo que se queja Roberto de Jesús.
Toda
esa situación me hace recordar otro hecho real. En los salones de la Academia Francesa se alza una estatua de
Molière, con una inscripción
elocuente: “No le falta la gloria. Nos falta a nosotros”. Es de ese modo que,
con típica finura gala, los miembros de la ilustre institución tratan de hacer
perdonar a sus predecesores que, dominados por los prejuicios imperantes, jamás
admitieron en sus filas al genial comediógrafo, cuya profesión era despreciada
en aquella época.
Salvando
las grandes distancias en tiempo y espacio, y sin pretender hacer comparaciones,
el principio general que esa anécdota refleja
resulta aplicable ahora a la situación que ha motivado el presente artículo. No
es Quiñones Haces quien pierde por estar ausente del Festival Internacional. Es
éste mismo el que vale bastante menos al haberse privado, por razones
mezquinas, totalmente ajenas a la cultura y al arte, de la presencia del más destacado
poeta de la provincia. La
Habana, 5 de mayo de 2014.
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