lunes, 17 de noviembre de 2014

“Caímos en una trampa”

Lic. Ernesto García Díaz
Abogado y periodista independiente

El edificio al cual se trasladaron 16 familias con necesidad de vivienda no da abasto para tanta gente. Las autoridades les dieron gato por liebre prometiéndoles que construirían apartamentos dentro

Cuarto levantado con zinc y tablas al interior del edificio (foto del autor)
Cuarto levantado con zinc y tablas al interior del edificio (foto del autor)
LA HABANA, Cuba – Hace dos años, dieciséis familias recibieron de las autoridades los espacios del edificio 454 altos de la calle Galiano y San José, en el municipio de Centro Habana, para construir sus apartamentos de viviendas. El inmueble se encontraba en desuso desde 2012. Se suponía que el gobierno les ayudase en esa empresa, algunas familias lo consiguieron, más la mayoría aún vive en cuartos de madera y zinc.
La falta de un orden adecuado para la construcción de los dieciséis apartamentos previstos y la desatención de las instituciones del Estado al proyecto, originó que algunos de los beneficiarios construyeran sus habitaciones de materiales endebles, en espera de una solución a su situación.
Hablan los “trampeados”
La situación en el 454 de Galiano es tensa. Los nuevos residentes se quejan porque no han podido legalizar sus viviendas, el techo de tejas traslúcidas les filtra agua cuando llueve.
Uno de los pocos apartamentos terminados (foto del autor)
Uno de los pocos apartamentos terminados (foto del autor)
María, residente del edificio y una de las continúa sin apartamento, expresó: “Caímos en una trampa, nos dieron cerca de 42 metros cuadrados, un espacio pequeño para nuestras familias. Tan solo una habitación donde hemos tenido que hacer el baño, la cocina, un cuartico y el comedor. Esto no es vida. La necesidad y premura para evitar irnos a un albergue, nos llevó a cometer esta locura. Fíjese usted, nuestros hijos aquí ni pueden jugar. Es un hacinamiento, se quitaron un problema, que les viene de nuevo encima, porque esto, en unos años, si no lo arreglan se derrumbará”.
Otro vecino a la espera, de nombre Rogelio, se sumó a opinar: “El asunto es complicado, la Dirección de Vivienda debió construir estos apartamentos con las garantías técnicas que lleva una obra. Finalmente de aquí, nos sacarán con certeza. Este edificio es viejo, tiene cerca de 100 años, nunca le han dado mantenimiento, ni revisado sus estructuras”.
Ibon y Tomasa, funcionarias de Vivienda (foto del autor)
Ibon y Tomasa, funcionarias de Vivienda (foto del autor)
Antonio, en cambio, beneficiario de uno de los pocos apartamentos finalizados, dijo: “Vivo con mi mujer, ya nos hicieron los papeles. Dicen los del gobierno municipal que nos entregarán la propiedad del lugar cuando terminen con todos los que faltan por apartamento. No es correcto. No sé qué nos pasara más adelante, creo que este viejo edificio está sobrecargado de personas.”
En tanto, las autoridades…
Nos dirigimos a las autoridades locales para obtener argumentos acerca de este hecho. Ibón, funcionaria de la Dirección Municipal de la Vivienda de Centro Habana, asintió a declarar: “Ese edificio en sus inicios constituía un proyecto estatal, el cual finalmente no se entregó en su totalidad. Al parecer ha quedado en manos de los que allí viven, te puedes imaginar, ¿no?”
Sin darnos tiempo a entender algo, Ibón finaliza su argumento: “No tengo idea de quien controla el expediente de ese edificio. Si los edificios no se reparan debidamente, de nada vale entregarlos a las familias, pero eso no lo decidimos nosotros. Para evitar problemas lo correcto sería repararlos bien o demolerlos, así evitamos se conviertan en cuarterías”.

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