sábado, 7 de julio de 2018

Más movimientos en la cúpula del Partido Comunista

El segundo semestre de 2018 será de mayores restricciones económicas y el futuro es muy incierto

(Foto Archivo)
LA HABANA, Cuba.- Los relevos en la cúpula del Partido Comunista de Cuba (PCC) se han desatado. José Ramón Monteagudo ascendió a miembro del Secretariado del Comité Central, siguiendo la ruta de Mercedes López Acea. Los nombramientos de sustitutos desconocidos nacionalmente, no miembros del Comité Central, en las direcciones provinciales para suplir a los ascendidos dan impresión de urgencia.
En el país de la eterna espera no se sabe si los octogenarios dirigentes históricos se apresuran para posicionar a sus elegidos, o si se trata de la impronta del Primer Secretario Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y el Consejo de Ministros que nombrarán el 21 de julio para recomponer las ruinas política, económica y social heredadas.
En el secretariado del Comité Central del PCC, José Ramón Balaguer, que no aparenta sus casi 90 años, tendrá que dejar las relaciones internacionales, aunque el médico ha laborado con el General de Ejército desde la insurrección y probablemente aspire a continuar más allá de 2021.
Monteagudo cesó como primer secretario del PCC en la provincia Sancti Spiritus durante un pleno de esa organización, presidido por el segundo secretario José Ramón Machado Ventura,  según informó el Noticiero de la Televisión Cubana la noche del 5 de julio. Deivi Pérez Martín, miembro del buró ejecutivo provincial,  ocupó el cargo vacante. Mercedes López Acea,  primera secretaria del Comité Provincial de La Habana había pasado al secretariado, reemplazada en la importante plaza capitalina por Luis Antonio Torres Iribar su homólogo de Holguín, a fines de junio.
Las Villas, provincia conformada por los otrora apreciables centros económicos y culturales Santa Clara,  Cienfuegos y Sancti Spiritus fue divida en 1976, y los dirigentes estudiantiles coincidieron en su ascenso laboral y político. El ingeniero electrónico Miguel Díaz-Canel, nacido en Placetas,  transitó desde la Unión de Jóvenes Comunista (UJC) a primer secretario del PCC de Villa Clara (1994-2003). La Ingeniera Forestal Mercedes López Acea ocupó igual cargo en Cienfuegos (2000-2009), donde tuvo como colaborador al Ingeniero Pecuario Monteagudo, quien la sustituyó hasta 2011 cuando pasó a Sancti Spiritus. José Ramón Machado Ventura es natural del poblado de Vueltas,  aunque salió de allí muy joven. El general de ejército Raúl Castro ha sido mentor del actual “presidente” y lo ubicó en su terruño holguinero por muchos años,  pero también se había entusiasmado con los planes agrícolas cienfuegueros, vinculados a Adolfo Rodríguez Nodals, Eugenio Fuster y otros especialistas, que extendió con el Programa de Agricultura Urbana por el país.
En Sancti Spiritus, el valor patrimonial de Trinidad, las bondades naturales de  la costa, los cayos y las montañas del Escambray, para el turismo priorizado por el gobierno, propició a Monteagudo experimentar con la apertura a los cuentapropistas para suplir la carencia de alojamiento,  servicios y  agricultura estatales. La irradiación económica y el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores fueron notables, lo que podría suceder también en los polos turísticos de Villa Clara y Cienfuegos y toda Cuba, aunque a nivel nacional se dejaron de emitir nuevas licencias y se han tomado medidas que asfixian a los emprendedores.
En mayo, las inundaciones por intensas lluvias de la tormenta Alberto ocasionaron grandes pérdidas en las viviendas, la agricultura, los caminos, las vías férreas y mantuvieron incomunicados a muchos guajiros del lomerío espirituano, incluido el poblado Zaza del Medio por el vertimiento de la presa y  la caída de puentes.  La Bahía de Cienfuegos sufrió los daños ecológicos del desbordamiento de las aguas residuales de la refinería, la villareña Sagua la Grande, recién restaurada para fines turísticos junto a la cayería norte, fue arrasada. Todo el pequeño archipiélago está afectado y recién comienza la temporada de huracanes.
El segundo semestre de 2018 será de mayores restricciones económicas y el futuro es muy incierto. Los cubanos merecen que cesen las componendas disfrazadas de elecciones por unanimidad, que se abra la participación real en la toma de decisiones, el trabajo por cuenta propia para todas las profesiones y la agricultura, en lo inmediato. El trabajo “recuperará su valor”, cuando aporte un salario o ganancias privadas dignas, para afrontar los altos precios impuestos en las tiendas del Estado con ventas por divisas; la corrupción comenzará a extinguirse y se recuperarán los valores morales y éticos, tan elevados como existieron desde la evolución hacia la cubanidad.

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